Te regalo mi cintura y mis labios para cuando quieras besar, te regalo mi locura y las pocas neuronas que quedan ya...
Mis zapatos desteñidos el diario en el que escribo, te doy hasta mis suspiros pero no te vayas más. Porque eres tú mi sol la fe con que vivo, la potencia de mi voz, los pies con que camino, eres tu amor, mis ganas de reír, el adiós que no sabré decir, porque nunca podré vivir sin ti
Si algún día decidieras alejarte nuevamente de aquí, cerraría cada puerta para que nunca pudieras salir
Te regalo mis silencios te regalo mi nariz yo te doy hasta mis huesos pero quédate aquí.
0 Opinions:
Publicar un comentario