
- Intenta explicarlo ¿O tampoco sabes?
- Es difícil pero a ver... Siéntate en el columpio, hazme caso por favor solo así lo entenderás.
- Ya estoy en el columpio ¿Ahora qué?
- Comienza a columpiarte, una vez cogido impulso... cierra los ojos... ¿Notas ese cosquilleo en el estómago? A mi no me hace falta columpiarme para sentirlas, las tengo cada mañana al despertar, en cada beso, cada palabra... Cada vez que oigo su nombre.
-Puff... De verdad no se que decir.
- Hazme caso confía en mi, suelta una mano.
- ¡AHHH!
- ¿Has visto que sensación? Parece que te vayas a caer, se te corta el aire y se te acelera el corazón... Eso me pasa cada vez que se separa de mi... que discutimos... cada vez que lo noto distante...
- Pero...
- No digas nada, no abras los ojos, déjame impulsarte, y solo ábrelos cada vez que estés arriba y mira al cielo ¿Vale? Una, dos y tres...
- ¿Y esto? ¿ Cual es esta sensación?
- Solo con el siento que toco el cielo, siento que vuelo...
- ¿Tanto le quieres?
- Nunca dejaría de columpiarme...
Te seguiré empujando, para-siempre.
ResponderEliminar