A veces nos cuesta sonreír. No es fácil. Y resulta curioso, que las cosas bonitas, las cosas buenas para nuestro corazón, no sean fáciles. En cambio, derramar lágrimas está en el otro extremo. Qué difícil es, a veces, guardarlas para nosotros, dejando que inunden nuestro corazón y lo empapen...

Guárdate las lágrimas, pero no dejes que te ahoguen. Las lágrimas son agua, y el agua es vida... ¡sonríe!
Y con tu sonrisa, un destello brillará en el cielo, y será el agua de tu lloro, rota en mil gotas de furia, mojando el cielo, mojando el miedo, mojando lo que te angustia...Búscate un motivo para sonreír... y sonríe.
Yo no he tenido que buscar mucho, no, ¿sabes cuál es el motivo por el que sonrío? , porque sé que te tengo, porque no te voy a dejar ir, porque sé que conseguirás sonreír, no importa que yo no sea el motivo por el que lo hagas, con que lo hagas me basta... créeme no necesito mucho más que esto.
                                                                       yo no brillo si  no brillas.

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