Subeme al cielo


    Llévame
 a la luna 
con tan solo una palabra 
baja las estrellas
para que me sienta inspirada. No dejes que caigamos en lo cursi. No pretendo ser melosa, ni quiero que lo seas. Desilusioname; desilusionate . 
Para darnos cuenta de 
cuanto nos amamos. Ausentate de mi persona sin avisar para comenzarte a extrañarte, para que me extrañes y por fin me necesites y te necesite. Sonriele un poco a otras mujeres para que me cele y te desee. Invitame a una copa en un bar.

Coqueteame un poco 
y me conquistaras
Regalame un pase de ida y vuelta al cielo con membresía especial para tener tus besos

Puedes perder todo el tiempo que quieras tratando de hacerme sentir que estoy tan mal... ¡Ya no me importa más! Puedes decir todas las cosas que inventas, asi es que te hace tan feliz dejarme mal... ¡No me interesa más!

Puedes odiarme. Y atacarme...¡Ya no me afecta más! Puedo aceptarlo que quieras verme mal... porque no vas a verme mal! Puedes culparme. Y provocarme...¡Ya no me afecta más! 
Podrías dejar de hablar de mi mientras tu haces algo con tu propia dignidad ¡Ya no te mientas más!



I’ll make you feel PURE…


Amor, sexo… dos pares de ojos hipnotizados, dos cuerpos enlazados, labios unidos en un solo y perfecto elemento… y a la vez dudas, mareos emocionales, vueltas y más vueltas… un juego.
El amor es como una partida de poker de dos jugadores (a veces más… a veces ocultos… a veces no saben ni que esten jugando). Cara a cara y las fichas sobre el tapete, las cartas en la mano bien guardaditas y los ojos fijos en el otro para tratar de reconocer sus intenciones.
Hay partidas cortas y partidas más largas, faroles, algunos que pasan una mano a ver si hay más suerte la siguiente, tramposos con ases en la manga (¿quien no los ha tenido alguna vez?), gente que se retira antes de perderlo todo, y algunos que se van sin siquiera lo puesto. El poker, y el amor, es un constante mareo de estrategias, de emociones. Normalmente uno gana y el otro pierde… o los dos pierden y gana la banca (que en el poker no hay, ya sabeis a que me refiero).
Yo prefiero el poker descubierto, sin ases en la manga, sin faroles y sin trampas… yo te enseño mis cartas y tú a mi las tuyas… te regalo el as de picas que tengo dentro de mi pecho y te convierto en mi rey de corazones. Después nos subimos en el tapete y lo hacemos sobre las fichas que no las quiero.


Creo en campanilla, porque creo en lo que veo y tengo mil cosas que hacer entre las ninfas y los elfos siempre ponen nota sobre todos mis recuerdos y siempre desordenan todo cuando estoy durmiendo ¿lo recuerdas? mentira!

Todo el mundo sabe que cuando creces lo olvidas pero todos lo hemos echo todos nos fuimos con ellas todos realizamos un
viaje a las estrellas y ahora ya estamos de vuelta se que no te acuerdas pero mírate a la espalda, tienes 2 alas cortadas! vuelves a enconarte con la línea de las hadas.


Solo me queda una carta de la baraja, la decisión es mía, puedo ganar o perder dependiendo el número que elija... Tiene que ser la jugada perfecta, tengo que pensar más de lo que ya lo hago.

Si te digo que te quiero es lo de menos...


Lo importante es que cuando estás delante se me atranca voz, se para mi reloj. Si te miro me vuelvo loca poco a poco, el tiempo se vuelve mi enemigo y si te vuelvo a mirar, creo que voy a estallar.

Y quiero tenerte tan cerca que pueda comerte, saborearte, para siempre recordarte. Y que te enteres de lo que eres, eres mi vida y mi ser, eres mi voz, mi religión, mi sentido y mi control

Quizás podría intentar hacer algo en vez de quejarme las 24 horas del día. El problema es que cuando comienzo a quejarme es porque traté en un pasado de HACER algo. Y en el fondo conformarme es algo ¿No?. Estoy ACTUANDO, aparentando que todo va bien, en realidad bien sería mucho, la palabra correcta es NORMAL. ¿Pero acaso alguien sabe lo que significa normal? ¿ Quiere decir feliz y conforme con tu día a día? ¿O significa estar triste y sin una sonrisa en el rostro?. Porque yo si puedo poner una sonrisa, puedo fingir, pero me siento triste. Entonces al final soy una rara mezcla de las dos, la gente ve felicidad y en mi interior solo hay tristeza.

Es extraño sentirse una MEZCLA, sobretodo cuando tu vida gira entorno a cosas definidas, a planes, a futuro, en tener todo bajo control. Yo no quiero ser eso porque no me entiendo, no me encuentro y siento ( porque el sentir si que se me da bien), que se me escapan las horas, que se me va la vida y me voy ahogando. Cada vez me alejo más de la superficie y a diferencia de otras veces, cuando llegue al fondo, no podré volver a SALIR.

Rutina:

Suena el despertador puntual, aun es de noche, con lentitud abro los ojos notando como me cuesta separar los párpados debido a que tengo las pestañas pegadas entre si. Me giro sobre mi misma hacia el otro lado de la cama estirando el brazo aun con los ojos entrecerrados, justo cuando cae la mano al colchón, los abro de par en par,un suspiro sale de mis labios y me muevo sentándome al lado de la cama, apagando la luz de la mesita la cual otra noche más ha estado encendida. Lo primero es un café, aun no ha amanecido del todo, así que me asomo por la ventana a mirar como la ciudad despierta en el absoluto silencio, en unos minutos los coches se multiplicaran por mi, son mis minutos para pensar en mi pasado, en mis recuerdos, la única manera de fruncir una sonrisa entre mis labios. Giro la cabeza, el reloj de la cocina marca las 8:30, si no las despierto ya llegaran tarde, Ainara enseguida se levanta después de estirarse en la cama, a Emma le cuesta más y siempre me toca llevarle en brazos y darle el biberón mientras la mayor desayuno su vaso de leche con sus cereales favoritos. Una vez duchadas, vestidas las 3, salimos de casa, el jardín de infancia no esta lejos. Ainara esta en su último año, el próximo curso empieza el cole, y esta emocionada, en el camino me cuenta lo que le van a enseñar, Emma esta en silencio escuchando. Cuando sus profesoras las recogen se me parte el alma, me siento más sola de lo que estoy, me quedo mirándolas hasta que se cierra la puerta. Cierro los ojos con fuerza, volviendo sobre mis pasos, intento mantener el día lo más ocupado posible. Gimnasio, trabajo, comer con compañeras, trabajo... Aun así los días son largos, parece que las horas se hayan multiplicado por mil. Tengo que mantener la mente ocupada para no volver a caer, es lo que me recomendó el médico, pero a veces es imposible. Cuando termina mi jornada y vuelvo hacia casa, en ese camino pienso en todo lo que pudo ser y no fue, en todo lo que yo misma dejé atrás, y cuando intento encontrar la razón base, de nuevo una sonrisa aparece en mi cara, mis hijas están en la puerta esperándome, me arrodillo al momento, y ellas echan a correr hacia mi, las estrecho con fuerza junto a mi pecho dándoles todos los besos que puedo. Las llevo al parque un rato antes de volver a casa, me gusta verlas jugar y como ríen, Emma a veces me pide ayuda para el columpio, Ainara esta con sus nuevas amigas. Al volver a casa, las ducho y les pongo el pijama, las siento en la mesa de la cocina y mientras les preparo la cena me cuentan su día. Escucho a Ainara suspirar, se lo que significa, Emma mira a su hermana y después a mi y viene la pregunta de todas las noches. Intento contestar de la manera mas desenfadada posible, sentándome con ellas para cenar, aunque a veces yo también me lo pregunto. La hora más dura es la de irse a dormir, al principio dormía con ellas pero tienen que aprender a estar solas, y yo también. Les cuento un cuento, con su beso de buenas noches y finalizo en mi habitación. Me tumbo en la cama y enciendo la tele, no le presto atención, y pienso, pienso si están bien, pienso que habrá sido de él, pienso en si habrá conocido a otra... pienso... hasta acabar llorando, mañana volveré a levantarme con los ojos pegados pasa por mi cabeza, pero me da igual, apago la tele, dejo la luz de la mesita y me abrazo a la almohada. Y la única conclusión que saco es que...  

Cuerda floja:





Supongo que en determinados momentos de nuestra vida todos nos encontramos caminandosobre una cuerda floja. Ahí en lo alto, intentando dar algún paso para avanzar pero inevitablemente también dando alguno retrocediendo, tambaleándonos, muertos de miedo.
Supongo que queda el consuelo de saber que aún nos mantenemos en ella, que no hemos caído. Pero cómo hacer para avanzar, para no flojear, para no caer..