
No quiero cantos de sirenas, no quiero nudos de garganta, no quiero bailar con la pena porque me da miedo pisarla.
No quiero saber de lo que hablo, no quiero andarme por las ramas, no quiero saber por diablo lo que por viejo se me escapa.
No conozco mandamientos más allá de mis narices por eso llevo remiendos en el alma y cicatrices y un corazón ya viejo maltratado con estrías de tanto mezclar las penas con tan pocas alegrías.
Tengo una vena averiada en el corazón que está muy mala y se carga cuando te veo mi amor tengo una vena averiada y está canción de amor que está caducada.
No quiero tirar la toalla ni morirme en un escenario quiero venir cuando tú vayas y ver mi nombre en tu diario. Ser como el calvo que se rapa al cero siempre la cabeza porque prefiere sentar solo a que le empuje la certeza.
No conozco mandamientos más allá de mis narices por eso llevo remiendos en el alma y cicatrices y un corazón ya viejo maltratado con estrías de tanto mezclar las penas con tan pocas alegrías.
Por creer, por confiarme, por seguirte voy sin dirección. Por el dolor al que no guardo rencor, ahora siento que llego tarde a tu corazón, siento que nunca te he conocido, lo extraño es que vuelvo a caer, me duele estar sola, me duele contigo y perderte es perderme después. Por tenerte, por querer quererme deje de lado todo lo que sentía. Y aunque grites ¡Morena mia!, desde esta orilla no escucho tu voz, no se quien eres no se quien soy...