Por desgracia crecen muy rápido, y cuando menos te lo esperas ya son personas que pueden lidiar con el mundo. Gracias que aun puedo disfrutar de su corta edad, de sus infancia, de sus risas y sus trastadas, de sus tonterías que te hacen reír, y de sus ganas de preguntar todo lo que está a su alrededor, aun puedo contarles cuentos de príncipes y princesas por la noche, y no se avergüenzan (aun) de que les de millones de achuchones delante de la gente. Quiero verlo todo de ellos y si por ellos hay que luchar, y enfrentar la vida de cara, yo lo pienso hacer.
0 Opinions:
Publicar un comentario