En mi habitación cuando el sol se va enciendo el fuego de los placeres del pasado, recreado en mi piel despacio cada uno de ellos, mil caricias, mil miradas, y silencios repletos de amor.
Mantengo la distancia pero tú aún estás en mis retinas habitas en mi corazón constantemente, en trozos de palabras y de sueños donde el amor inunda mis mañanas y mis atardeceres, ahí estas tú...
Así que si crees que te olvido cierra los ojos y escucha abre tú cuerpo a los cuatro vientos de la noche donde mis labios se deslizaran por tu piel suavemente y en la quietud de la madrugada susurraré en tu oído.
En ese lugar de los sueños es donde te confió todas mis sonrisas y mi piel grita tu nombre.

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