4 estaciones:

Me ha prestado su sonrisa a mis ojos. El problema es que se han taponado mis lagrimales y mi cuerpo se está inundando. Así que, para no empapar más mi corazón, le he pedido que se lo guarde. Pero no se si quiere acaparar con tanto, así que le he regalado todo el amor del mundo a cambio. Pero en realidad sólo ha sido una escusa, yo ya deseaba entregárselo desde el primer día en que probé sus labios. Dulces, por cierto, aunque en verano resultaron ser algo salados. Como sus manos, que las he guardado junto a las mías para que no pierdan esa forma de estrecharse. Ha sido una decisión conjunta,y a veces incluso hemos tenido medidas de emergencias desesperadas acabadas en abrazos  . Nos encanta desgastarnos la piel y derrochamos a diestro y siniestro caricias. Aunque resulta algo difícil controlarlas, a menudo se nos escapan y les echan el guante a nuestras nalgas en público.

Todo esto y mucho más, ha ocurrido en segundos, en horas, en días… Y sumando, sumando, hacen el total de un 14 meses. Y dicen las malas lenguas que la magia sólo dura en ese primer año, pero es mentira, no me lo creo, yo aún quiero seguir contándole las pestañas.



 Por nuestra primeras cuatro estaciones juntos y por las que nos quedan por compartir.