Normalmente pensamos que somos inmortales, siempre jóvenes, siempre fuertes, siempre capaces, siempre con toda la vida por delante. Es cierto que no somos tontos, que sabemos que tarde o temprano tendremos que dejar, por la fuerza, este lugar en el que vivimos, comemos, lloramos, bebemos, tenemos relaciones sexuales, somos felices e infelices. Pero lo vemos lejano, apartado de nuestra realidad. De esa realidad que a mi me gusta crudita y poco hecha. Es como una imagen lejana y triste de algo que sabemos que pasará pero que parece que no.
La muerte, es tan natural como la vida, pero ¿Qué pasa si te estás muriendo? ¿Qué pasa si te viene a visitar la Parca? ¿Qué pasa si tienes a Epona rondándote? Me refiero a, cuando no tienes edad para morir, y sabes que dentro de ti hay un animal furioso con dientes y uñas afiladas y podridas que va royendo, arañando tu cuerpo y tu alma y tu corazón, desgranando y desgranando poco a poco tu fuerza, apagando despacito la llama que te mantiene tiesa y vigorosa ante los ya duros, combates de la vida. Cuando ese animal desgraciado además no tiene ni tan solo la decencia y bondad de arañarte el cerebro y volverte loca para, al menos, no ser consciente de tu dolor y próxima desaparición.

Pero no es solo dolor es dolor psíquico, dolor, físico, dolor social, dolor espiritual. Y no sólo el mío que se que esta próximo mi final sino también de mis familiares, sobre todo de mis hijos y de la pequeña que llevo dentro que lo más seguro jamás me conozca. Este lugar me permite expresar la rabia, tristeza, frases que me marcan como : "morimos como hemos vivido: uno enfrenta de cara las cosas, otro escurre el bulto…" Bueno pues yo las enfrento de cara y para paliar este dolor, no solo existen medicinas y morfina, existe mi dignidad, mi familia, y mis últimas fuerza, aun hay un 1% de que me salve así que seguiré luchando hasta que no pueda más, tengo que mirar hacia delante y no caer en los brazos de la desesperanza, tengo que procurar sonreirle a la vida a pesar de estar haciéndomelo pasar tan putas.

Tengo las suficientes agallas para sufrir lo que venga y pasar lo que llegue. Y a la pregunta "¿Como enfrentarás a la muerte?" Poder contestar  "  Intentaré que la muerte me encuentre bien viva"

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